La primera vez que visité Ciutadella fue en el año 2010 para vivir las populares Fiestas de San Juan. Aquel año poco pude conocer de la ciudad ya que la vi llena de gente y me dediqué a conocer estas fiestas y tradiciones además de admirar la belleza de los caballos por todas partes. Desde aquel año sigo estas fiestas de cerca a través de las redes sociales y en IB3 en directo no me pierdo los actos más representativos de las mismas. Moría de ganas por volver a Menorca y a esta ciudad para conocerla, una isla que está muy cerca de Mallorca y que es de una belleza natural única. A partir de ahora en este blog también podréis conocer todos los rincones que visite, porque después de 3 intensos días de vacaciones esta isla me ha cautivado con lo que pienso volver más a menudo.

Desde el Puerto de Alcudia en Mallorca salen barcos bastante bien de precio dirección Ciutadella, en menos de 2 horas estás en Menorca con lo que una escapada a esta isla es más que recomendable. Paraíso natural, isla del mediterráneo con un reclamo de turismo mundial por su patrimonio histórico y arqueológico, riqueza de paisajes, calas y playas de arenas blancas con un contraste con el entorno que te deja sin palabras, una isla más virgen, menos explotada y donde la filosofía de vida del “slow” se ha convertido en una manera de vivir única y diferente, los que se enamoran perdidamente ya no quieren salir de Menorca. 

Alojarse en Ciutadella es todo un privilegio, con este entorno tan bonito, lleno de casas y chalets que despiertan la envidia de todos los que paseamos por sus calles, perderse por el puerto lleno de restaurantes donde degustar la exquisita gastronomía de Menorca, su caldereta de langosta es lo más demandado por todos los turistas. Callejear por el casco antiguo, ayuntamiento, adentrarse en la zona de la Catedral, calle Santa Clara y perderse por esas otras calles donde se respira la tranquilidad y la calma. Aconsejo hacer este paseo disfrutando de un helado de las Gelaterías de Menorca que veréis varias, me conquistó el sabor yogur de naranja.

Caminar desde el Hostal París por el paseo marítimo contemplando el atardecer es todo un lujo, llegar al puerto y disfrutar de Ciutadella iluminada. La ciudad está llena  de turistas que se pierden entren los puestos de artesanía, bisutería, menorquinas y demás objetos hechos a mano, los ojos se paran en cada puesto. Los restaurantes preparados para servirte lo mejor y reclaman tu atención, os recomiendo S’Amarador, excelente calidad y precio, reservad con tiempo que se suele llenar. Además de los famosos Café Balear y Tristán entre otros, hay variedad y merece la pena cenar una noche por el puerto. Luego podréis disfrutar de tomar una copa en las terrazas de bares y pub’s, no os perdáis las vistas desde el Iguana Port, se está de lujo.

En el entorno de Ciutadella hay muchas calitas y playas que visitar y donde refrescarse nada más llegar, una muy cerca del puerto es Platja Gran, un entrante de mar de agua limpia y que tiene diferentes zona de roca donde ponerse a tomar el sol y bañarse. Esta playa estaba al lado de nuestro hostal y fue la primera en visitar.

 

Para aprovechar el tiempo al máximo y empezar a hacer rutas alquilamos unas bicis en el mismo Hostal, Menorca es una isla pensada para los ciclistas,con carriles bicis, todo está súper bien señalizado, todas las rutas y direcciones, las playas y calas y como no todos los caminos del “camí de Cavalls”. Si queréis ver que playas y calas visitamos no os perdáis la siguiente entrada, Menorca os dejará alucinados. 

FOTOS DE CIUTADELLA EN FLICKR.