Visita a Santa Eugenia y su Cementerio Judío

Santa Eugenia es otro de los pueblos pertenecientes al Pla de Mallorca que limita al este con Sencelles, al sureste con Algaida,al sur con Palma, al oeste con Santa María del Camí y al norte con Consell. Es un pueblo pequeño, de unos 1700 habitantes aproximadamente pero no por ello deja de tener su encanto, un pueblo más por el que pasear, realizar rutas culturales y su gran atrayente es que aquí se encuentra el único Cementerio Judío de las Baleares y el cuarto en importancia de España. Realizamos hoy una visita a este cementerio con el grupo de Winter Activities y gracias a las explicaciones de David descubriremos muchas cosas interesantes tanto de la cultura judía como de este lugar sagrado. 

Desde Palma nos dirigimos hacia la carretera dirección Inca y una vez pasada la salida de Santa María se indica la salida hacia Santa Eugenia, se tardan unos 20/25 minutos desde Palma en llegar a esta pequeño pueblo del Pla de Mallorca, ahora lleno de almendros en flor, un paisaje precioso para este entorno rural tan auténtico. Esta visita causó sensación cuando la compartimos en las redes sociales y en el grupo de Winter Activities, así que esta mañana nos reunimos 25 personas para realizar esta visita guiada de la mano de David, un miembro de esta comunidad judía de origen Chileno que amablemente atendió nuestras preguntas a la vez que explicaba un poco de historia y de esta cultura judía.

El Cementerio Judío se encuentra situado junto al cementerio cristiano a la salida del pueblo de Santa Eugenia, fue inaugurado el 9 de Julio de 1975 por el Gobierno y la Delegación General de Sanidad y fue el único pueblo que permitió que se habilitara este lugar sagrado para poder enterrar a los muertos y poder practicar sus cultos los judíos en Mallorca, cuyos antecedentes se remontan a la época de Cristo. La primera lápida pertenece a Enrique Davids y data de 1977 y a partir de aquí hasta ahora en este lugar tan discreto que pasa desapercibido se entierran los judíos y sus descendientes, realidad que es un misterio para muchos mallorquines. 

En la entrada de este cementerio pueden apreciarse dos estrellas de David y un candelabro y unas inscripciones hebreas que se refieren a la acogida que hay que tener a los muertos. Al entrar observaremos la capilla donde tienen lugar los rezos y cultos para posteriormente pasar a la zona de las lápidas, una zona de terreno basto rodeada de cipreses, todo muy sencillo y discreto, donde a día de hoy hay más de  80 tumbas, en tierra, ya que los muertos judíos han de estar contacto con tierra para ser enterrados, por la creencia en la reencarnación.

Todos estos datos nos va aportando David a la vez que reparte a todos los varones la Kipá con la que deben tapar su cabeza como símbolo sagrado y de respeto, las mujeres ya se consideran sagradas porque dan a luz vida. Nos contaba que debido a una gran cantidad de judíos  Alemanes, Franceses y de Inglaterra llegados a Mallorca por estos años, se reunían en lugares clandestinos para realizar sus rezos y que buscaban un lugar donde además poder enterrar a sus muertos y que el único que accedió fue este de Santa Eugenia. A continuación en la Capilla del cementerio que ha ido mejorando nos cuenta el ritual de mortaja, luto y enterramiento, algo que para esta cultura no es más un un paso más de la vida, puesto que creen en la reencarnación.

Todos escuchamos atentos tantos datos sobre esta cultura, se realizan preguntas al respecto y pasamos a ver la zona de lápidas y tumbas, en seguida llama la atención su homogeniedad  representación consciente de la igualdad esencial del ser humano que podemos encontrar en pasajes de la Torah o del Talmud (“todos somos iguales ante Dios”). Ninguna tumba destaca del resto, si exceptuamos dos casos excepcionales: uno, el de un judío francés, Jack Sergio Benhaïm, que también era masón y jugador de cartas (en su enorme lápida podemos ver los tres símbolos que guiaron su vida: la estrella de David, el símbolo masónico y una carta de baraja); el otro caso es el de Arnold Levy, que prefirió no poner lápida alguna sobre su tumba para sembrar la tierra con semillas que, años después, ya han florecido espectacularmente, elevándose un árbol varios metros sobre el suelo.

Más datos y curiosidades, sobre las tumbas se puede observar un gran número de piedrecitas ( como recordará todo el que haya visto La Lista de Schindler) costumbre de los judíos askenazíes y cada una de ellas la coloca la persona que visita la tumba, ya que a diferencia del cristianismo no se ponen flores ni nada de decoración, ni fotos ni nada de nada.

Este cementerio es el cuarto de importancia en España y el único de Baleares y es que los Judíos no es que sean demasiados en el mundo, como decía David, es que “hacemos mucho ruido” para bromear un poco.Lo que si es cierto es que en Mallorca hay una gran historia del judaísmo, muestra de ello son los más de 15 mil o 20 mil descendientes de judíos que existen y para ello hay una Asociación que se encarga de elaborar los árboles genealógicos de todos estos descendientes (comunidades chuetas, ninguno enterrado en este cementerio judío). A todos nos pareció una visita de lo  más interesante, agradecer el tiempo y la atención que nos dedicó David en esta visita, seguro a nadie se le olvidará lo aprendido sobre esta cultura judía.

A continuación para aprovechar este espléndido día realizamos un paseo por este pueblo, su plaza principal, sus calles y casas de piedra que se conservan como eran antaño, un aljibe y rincones con encanto. Mientras paseábamos por estas calles una de las vecinas al vernos se acercó para explicarnos muchas cosas de antiguamente de este pueblo, fue muy amable y derrochaba vitalidad, da gusto encontrarse con tan buena gente en los pueblos de Mallorca. En la página del ayuntamiento cuyo enlace está arriba os podéis informar de todo lo importante que ver en este pueblo, y aquí tenéis el enlace a las rutas culturales por Santa Eugenia. 

RECOMENDACIONES:

-ÁLBUM DE FOTOS EN FLICKR.