Un dia en Es Racó de Randa: un hotel con encanto

Randa es un pequeño pueblo del interior de Mallorca situado a los pies del Puig de Randa, y de paso obligado para visitar el precioso Monasterio de Randa, y parece increíble como una vez que sales de la carretera de Manacor por la que hay que ir, y entras en la carretera que lleva a este lugar, ya se percibe un aire diferente, parece que retrocedas en el tiempo, sumergiéndote en tiempos de paz, de calma…….sin prisas……y todo ésto es poco para lo que sientes cuando en este precioso pueblo visitas uno de los hoteles/restaurante con más encanto que te puedas imaginar, para mi es un honor presentaros Es Racó de Randa.

Este hotel se levanta en medio de este precioso paisaje, una casa rústica de piedra característica de la arquitectura mallorquina edificada a finales del siglo XVII, que durante años fue convento de monjas, y que la familia que durante mas de 25 años lo regenta bien ha sabido cuidarla, conservando toda su belleza natural, y que también se suman a los nuevos tiempos con una nueva parte adaptada totalmente a las necesidades del cliente.

Para mi es un honor hablaros de este lugar, ya que soy fiel seguidora suya, a través de las redes sociales @recoderanda y de su página de facebook Es Racó de Randa, donde sigo toda su actividad, su exquisita gastronomia y la cantidad de eventos y colaboraciones que tienen, poco a poco fue creciendo mi interés por conocer este lugar, y mas viendo sus fotos, su paisaje y este deseo que te da de visitarlo.

A veces pensamos que viviendo en la isla no se pueden hacer escapadas a hoteles, y nada mas lejos de la realidad, son muchos mallorquines los que aquí se escapan en pareja, para vivir una noche especial, o contemplar sus espectaculares puestas de sol, o cena a la luz de las velas en este precioso entorno.

Su cocina exquisitamente bien cuidada y que tantos premios ha recibido y recibe, su ambiente selecto y bien cuidado tanto por la familia como por su personal, hacen que este lugar sea visitado por una clientela que busca descanso, desconexión, unas vacaciones en paz y disfrutando de Mallorca apartados de esos hoteles de primera linea de playa.

Y así gracias a una invitación especial por parte del Hotel a conocerlos y de la mano de la mejor embajadora que os podáis imaginar, @sandrallabres gentileza de @vinklum hacen un estupendo trabajo de comunicación y difusión del buen hacer de esta familia que como es necesario en los tiempos que corren quieren ofrecer el mejor contenido y novedad tanto a sus fieles clientes como a los nuevos, que cada vez son mas jóvenes los que se animan a disfrutar de esta maravilla.

Tanto es así, que como novedad, Es Racó de Randa ofrecerá a sus clientes tarjetas de fidelización por su visita al restaurante y premiará con descuentos y comidas o cenas gratis y muchas ventajas más, incluso invitaciones para el dia de cumpleaños, ¡pero que detallazo! ¿no? Esto os lo cuento como exclusiva, y porque me parece una idea fantástica. Y ahora, os enseño el hotel.

El hotel tiene acceso por dos calles, y dispone de amplio parking para los clientes, y accediendo de él, y pasando por un túnel llegas a la terraza y de repente la paz te invade, yo entré por aquí sin saber que era la entrada principal que está delante, y empecé a investigar hasta que en recepción me esperaba Sandra e Isabel, la encargada e hija del hombre que lleva toda su vida dedicada a hacer de esta antigua casa de monjas un lugar donde aún se respira esa tranquilidad.

En recepción pude observar la cantidad de premios que a lo largo de su buen hacer han ido acumulando en sus paredes, tienen vinoteca y venta de aceite con denominación de origen de Es Racó de Randa, y después de probarlo, una que es de Jaén, aprecia su exquisito sabor. Cuando subes arriba puedes contemplar lo que era la fachada de la casa y ese azulejo tan característico que preside las casas de bien.

Acojedores salones con chimenea que en invierno dan calor, amplios salones donde celebrar eventos y reuniones familiares especiales, habitaciones conservadas antiguas o bien dentro de la nueva parte reformada con un toque mas renovado pero siempre conservando la línea rústica, piscina climatizada y exterior, sauna y masajes por profesionales, y hasta una pista de tenis de tierra batida, que no todos pueden ofrecer, ¡estaba alucinando de ver todo ésto y esas vistas por Dios!!

La verdad es que si voy a alojarme no sabría que habitación escoger, si la mas antigua o la mas moderna, ambas tienen su encanto, con un balconcito que te acerca a esas vistas, y donde seguro que se descansa la mar de bien. Isabel gracias por hacer todo lo posible por que viéramos las habitaciones aún estando con la ocupación completa. Y espera, que viene lo mejor, mirad que pista de tenis, para los amantes de este deporte como yo es una pasada.

Y ahora viene cuando después de la visita, nos dejaron disfrutar de la piscina, que es una pasada, super fresquita, con esas vistas, ese relax, y donde nadie habla, ¡todos los guiris en absoluto silencio! Y hacen que inconscientemente desde que entras en el hotel bajes tu tono de voz, con el trabajo que me cuesta a mi y los que me conocéis bien lo sabéis, y aunque Sandra y yo no parábamos de hablar, lo hacíamos en susurros, para no desentonar con el ambiente. ¡ Qué ratito mas bueno en la tumbona de la piscina!

Menudas vistas tiene la piscina, ¡es una pasada! y de noche aún tiene que ser mas chulo, con la puesta de sol, que en el hotel hacen las Sunset Experience los sábados, no esperéis a que os lo cuenten.

Y ahora viene lo mejor, ¡hora de comer! y de disfrutar de la exquisita gastronomía que tantas veces he visto en fotos, cuentan con una amplia carta de entrantes, carnes y pescados, menús degustación y hasta menú del dia para elegir. Yo iba con deseo de probar el Tartar de salmón, y mi deseo fue concedido, además de un segundo plato de Bacalao con sobrasada y miel, jamás he visto un lomo de bacalo mas exquisito que éste, y por si quedaba hueco, tarta de manzana de postre, ¡menudas delicias! ¡Bon profit Sandra!

Aún sigo con esa paz y tranquilidad en el cuerpo, ha sido un dia inolvidable en este hotel, y con este post quiero dar las gracias de corazón a toda la familia de Es Racó de Randa por acogerme en su casa, y hacerme sentir especial por un dia, a Sandra por acompañarme y ofrecerme tantas cosas en un sólo dia, preparaos para todo lo que surgió de allí, a Isabel y su hermano por tanta amabilidad, al camarero que con tanto arte granaíno nos atendió, para que no nos faltara nada y os animo a visitarlo, porque aún me quedo corta con esta descripción, y ¿porqué no? todos merecemos un homenaje gastronómico, o de relax de vez en cuando, animaos a sorprender a esa persona especial en este lugar, yo en cuanto llegue lo haré.

La paz y el sosiego presente en sus calles, el místico encanto que emanan sus paisajes, su particular atmósfera de quietud y silencio, hacen de este pueblecito el lugar ideal para alejarse por unos días del trajín diario, para impregnarse en suma de la reparadora quietud de su entorno y vivir plenamente la tranquilidad olvidada. ( Palabras de la página de Es Racó de Randa)